Una frase que identifica al monte Oribio en el núcleo de relaciones del veterinario José Antonio Carril (Totono) y su ámbito familiar y profesional es la siguiente: “El Oribio, majestuoso se alza ante nosotros”.
Criado desde pequeño en el Ayuntamiento de Triacastela, concello que mi padre atendía como cirujano, morando entre la parroquia de Lamas y Vilavella; amante y defensor de la naturaleza y defensor de su aprovechamiento sostenible como las actividades cinegéticas que aprendí y empecé a practicar en estos montes de la montaña lucense de la mano de mi padre, Dr. Carril, de Abel de Carronzo (d.e.p.) y de Manolo de Calledapedra. Estudié la carrera de veterinaria porque tenía una ilusión: la de ejercer esta bonita profesión entre los ganaderos de Triacastela donde ya contaba con numerosos amigos, ilusión que pude ver cumplida y que se realizó durante 10 maravillosos años donde se consagró mi amor por estas tierras y mi implicación con sus gentes y sus quehaceres afincándome en el pueblo de Vilar y empadronándome como un vecino más. Aquí desarrollé mi actividad profesional, como veterinario clínico, intentando mejorar las rentas agrarias de mis clientes y aquí fundé, junto con otros amigos y vecinos de Fompernal, de Meizarán, Lamas y Vilar, la Asociación Gallega de Criadores de la Raza Porcina Celta (ASOPORCEL), que hoy cuenta con 267 socios y que sus actividades se centran en la explotación natural de recursos autóctonos y naturales basados en el aprovechamiento sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Por todo esto, me siento conocedor, me siento susceptible, dolido y pesaroso y me siento apto y cualificado para opinar acerca de la masacre que se quiere hacer con el Parque Eólico que se pretende plantar e implantar en la cima de este nuestro Monte Oribio, que majestuoso se alza ante nosotros.
El Monte Oribio es una de las maravillas que poseemos los gallegos en la montaña lucense. Eso lo pude comprobar durante muchos años que ejercí de anfitrión de numerosas visitas de amistades de distintas partes del Mundo, que siempre marchaban impresionados de la magia que se desprendía del Monte Oribio. Yo siempre digo que si esto estuviese en Cataluña, en Cantabria u otra parte, ya le hubiesen extraído el beneficio turístico que se merecía, sin haberle perjudicado.
Cuando los peregrinos bajan hacia Triacastela, haciendo el Camino de Santiago, la primera impresión es la que les ofrece el Oribio y su gran majestuosidad, impresión en sus retinas que nunca se escapará de sus memorias y que les dejará para siempre un recuerdo de Triacastela (a lo largo y bonito de toda la grandeza del Camino, que es mucha en otras localidades gallegas o no).
Ya bastante daño se le ha hecho: desde el olvido de un Camino Real que desfilaba por sus tierras, a Casa das Neves (de ladrones de cabecera que se asentaban en su falda), pasando por el abandono de la actividad agraria en sus laderas, lo que implicó una pérdida de biodiversidad de flora y fauna, como ocurrió con la Perdiz Pardilla (Perdix perdix), Charra, como se le decía en Triacastela y que yo, personalmente, tengo avistado en mis correrías por la cima del Monte Oribio.
El Monte Oribio se adaptó a las nuevas actuaciones y modificó su aspecto natural, adornándose de monte y arbolado autóctono, el cual le da su actual aspecto de monte rebelde y mágico y lo que cautiva el corazón y el intelecto de numerosos admiradores que se acercan a disfrutar de sus vistas.
A mi modesto entender, el modo de proceder con esta grandeza paraje natural debería ser con otro enfoque diferente al de causarle un impacto visual, auditivo y de agresión directa a la flora y fauna que allí se asientan. Los posibles efectos de un proyecto eólico en el medio ambiente deben ser analizados con la realización de un estudio de impacto ambiental. En principio, las zonas naturales protegidas deberían quedar al margen del desarrollo de la energía eólica. Según los expertos, cuanto mayor calidad ecológica posea el territorio a implantar un parque eólico, mayor destrozo y mayor impacto se le crea, caso que ocurre con este monte lucense.
El Monte Oribio, que majestuoso se alza ante nosotros, no se merece esto. Pensemos en otro tipo de aprovechamiento sostenible y yo me brindo a ello, con estas letras que deseo que sirvan de carta de adhesión a favor de su conservación natural.
Criado desde pequeño en el Ayuntamiento de Triacastela, concello que mi padre atendía como cirujano, morando entre la parroquia de Lamas y Vilavella; amante y defensor de la naturaleza y defensor de su aprovechamiento sostenible como las actividades cinegéticas que aprendí y empecé a practicar en estos montes de la montaña lucense de la mano de mi padre, Dr. Carril, de Abel de Carronzo (d.e.p.) y de Manolo de Calledapedra. Estudié la carrera de veterinaria porque tenía una ilusión: la de ejercer esta bonita profesión entre los ganaderos de Triacastela donde ya contaba con numerosos amigos, ilusión que pude ver cumplida y que se realizó durante 10 maravillosos años donde se consagró mi amor por estas tierras y mi implicación con sus gentes y sus quehaceres afincándome en el pueblo de Vilar y empadronándome como un vecino más. Aquí desarrollé mi actividad profesional, como veterinario clínico, intentando mejorar las rentas agrarias de mis clientes y aquí fundé, junto con otros amigos y vecinos de Fompernal, de Meizarán, Lamas y Vilar, la Asociación Gallega de Criadores de la Raza Porcina Celta (ASOPORCEL), que hoy cuenta con 267 socios y que sus actividades se centran en la explotación natural de recursos autóctonos y naturales basados en el aprovechamiento sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Por todo esto, me siento conocedor, me siento susceptible, dolido y pesaroso y me siento apto y cualificado para opinar acerca de la masacre que se quiere hacer con el Parque Eólico que se pretende plantar e implantar en la cima de este nuestro Monte Oribio, que majestuoso se alza ante nosotros.
El Monte Oribio es una de las maravillas que poseemos los gallegos en la montaña lucense. Eso lo pude comprobar durante muchos años que ejercí de anfitrión de numerosas visitas de amistades de distintas partes del Mundo, que siempre marchaban impresionados de la magia que se desprendía del Monte Oribio. Yo siempre digo que si esto estuviese en Cataluña, en Cantabria u otra parte, ya le hubiesen extraído el beneficio turístico que se merecía, sin haberle perjudicado.
Cuando los peregrinos bajan hacia Triacastela, haciendo el Camino de Santiago, la primera impresión es la que les ofrece el Oribio y su gran majestuosidad, impresión en sus retinas que nunca se escapará de sus memorias y que les dejará para siempre un recuerdo de Triacastela (a lo largo y bonito de toda la grandeza del Camino, que es mucha en otras localidades gallegas o no).
Ya bastante daño se le ha hecho: desde el olvido de un Camino Real que desfilaba por sus tierras, a Casa das Neves (de ladrones de cabecera que se asentaban en su falda), pasando por el abandono de la actividad agraria en sus laderas, lo que implicó una pérdida de biodiversidad de flora y fauna, como ocurrió con la Perdiz Pardilla (Perdix perdix), Charra, como se le decía en Triacastela y que yo, personalmente, tengo avistado en mis correrías por la cima del Monte Oribio.
El Monte Oribio se adaptó a las nuevas actuaciones y modificó su aspecto natural, adornándose de monte y arbolado autóctono, el cual le da su actual aspecto de monte rebelde y mágico y lo que cautiva el corazón y el intelecto de numerosos admiradores que se acercan a disfrutar de sus vistas.
A mi modesto entender, el modo de proceder con esta grandeza paraje natural debería ser con otro enfoque diferente al de causarle un impacto visual, auditivo y de agresión directa a la flora y fauna que allí se asientan. Los posibles efectos de un proyecto eólico en el medio ambiente deben ser analizados con la realización de un estudio de impacto ambiental. En principio, las zonas naturales protegidas deberían quedar al margen del desarrollo de la energía eólica. Según los expertos, cuanto mayor calidad ecológica posea el territorio a implantar un parque eólico, mayor destrozo y mayor impacto se le crea, caso que ocurre con este monte lucense.
El Monte Oribio, que majestuoso se alza ante nosotros, no se merece esto. Pensemos en otro tipo de aprovechamiento sostenible y yo me brindo a ello, con estas letras que deseo que sirvan de carta de adhesión a favor de su conservación natural.
Firmado,
José Antonio Carril González-Barros Coordinador de ASOPORCEL y amante de Triacastela
3 comentários:
Suscribo todo lo dicho, y sostengo que solo la cacicadas que hemos tenido que soportar historicamente en Galicia, se reflejan en esta absurda estupidez,de VIOLAR de esa manera,un paisaje y unas tierras que de lo poco que le quedan por respetar, es su inmensa belleza y majestuosidad. Pero el paisano y los caciquillos que lo dirigen y manipulan por cuatro perriñas se venden, sin darse cuenta de la fabulosa fortuna que tienen ahi, limpia y salvaje,pero no hay mas ciego que el que no quiere ver. LUAR DE FOZ.luarfo@gmail.com
sodes unhos urbanitas vacia-despensas, ignorantes e egoistas. vides pasar o fin de semana e a ver monte, monte e monte. o que róe todo isto dia a dia e o que ten que decidir sobre o futuro do monte e o seu propio.
Acabo de descubrir esta pagina y, me he quedado sorprendida por los comentarios que acabo de leer. Quiza seamos unos urbanitas, ignorantes y egoistas que solo vamos a esas tierras a pasar las vacaciones y a ver monte,o como decia aotro a comer chorizo, pero no te equivoques amigo, el futuro de nuestros hijos e hijas no esta en el asfalto de las ciudades.
En primer lugar, el mas listo no es que insulta a los demás y les llama ignorantes por defender la conservación del medio ambiente sino, el que argumenta y hace propuestas económicas sostenibles para el desarrollo de una comarca. No puedo opinar sobre la implantación del parque Eolico porque hasta este momento la desconocia, pero tal y como he leido en algun otro comentario, seguro que existen otros proyectos menos agresivos y quiza mas rentables que, si todos os pusierais de acuerdo sacarias adelante y repercutiria en vuestra calidad de vida pero, como ha ocurrido siempre y, lo digo con conocimiento puesto que soy natural de ahi, las cacicadas politicas pueden más que el interes general . No hay que analizar solo lo que me van a dar en el corto plazo sino, un poquito más haya y ver las ventajas y los inconvenientes antes de elegir.¿Que hacen vuestros equipo de gobernantes?( sean del partido que sean). Pues nada, como siempre.Acuden a los plenos y dicen que hacen, pero todo sigue igual que hace 20 años, con pequeñas mejoras pero isuficientes. ¿Porque no hacen un frente común para que todos esos recursos reviertan en el pueblo en beneficio de todos?.
Al final,como siempre, cada uno busca su propio beneficio y el de su equipillo, sin pensar que les vaís a dejar a las futuras generaciones, si es que os habeís planteado dejarles algo, claro.
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